Según el jefe de ese organismo, coronel general Mijaíl Mízintsev, la operación humanitaria se iniciará a las 08:00, hora local, hasta las 20:00 de mañana 15 de junio, y permitirá el traslado de esas personas hacia la ciudad de Svátovo, también en la autoproclamada República Popular de Lungask (RPL).
Aseguró que las tropas rusas y de la RPL garantizarán la evacuación segura de todos los civiles, que serán entregados a centros de alojamiento temporal.
El alto jefe militar subrayó además que como sucedió con el caso de Mariúpol, Moscú garantiza la preservación de la vida y el cumplimiento de todas las normas de la Convención de Ginebra sobre el trato de los prisioneros de guerra.
Aclaró que la disposición real de la parte ucraniana de iniciar la operación a través del corredor humanitario debe ser indicada mediante el uso de banderas blancas, indicativo de llamamiento de paz o de rendición.
“Una vez más hacemos un llamado a las autoridades oficiales de Kiev para que muestren prudencia y den las instrucciones apropiadas a los militantes para que detengan la resistencia sin sentido y abandonen el territorio de la planta Azot”, apuntó, según la agencia de noticias TASS.
Señaló que tal declaración ya fue informada a la vice primera ministra ucraniana y ministra para la Reintegración de Territorios No Controlados de Ucrania, Irina Vereschuk.
El coronel general comentó que Kiev se dirigió a la parte rusa para pedirle que organice el corredor humanitario desde la planta de Azot hacia la ciudad de Lisichansk, controlada por las fuerzas ucranianas.
“Consideramos que el llamamiento de la parte ucraniana para el supuesto rescate de civiles es un intento de retirar a las unidades sobrevivientes del cerco”, advirtió.
Sobre la solicitud ucraniana, Mízintev aclaró que no es posible realidad una evacuación segura en esa dirección porque el pasado 13 de junio, por orden de las autoridades de Kiev y para impedir la retirada de sus propias tropas, las Fuerzas Armadas de Ucrania volaron el último puente sobre el río Severski Donets en dirección a Lisichansk.
Denunció que al retirarse de las zonas residenciales de Severodonetsk, los combatientes del batallón nacionalista trasladaron de forma deliberada a cientos de civiles de la ciudad hacia la zona industrial de la planta química de Azot para utilizarlos como escudos humanos.
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