En declaraciones a la prensa en esta capital, el alto funcionario ruso subrayó que una acción de ese tipo podría conducir a la desestabilización de la situación, una escalada de tensión y a una nueva ronda de confrontación armada en esa nación árabe.
Dijo que Rusia propondrá a la representación de Ankara participante en las conversaciones sobre Siria en Nursultan que eviten dar ese paso y resuelvan los problemas mediante el diálogo entre las partes. “Estamos dispuestos a prestar todo tipo de apoyo al respecto”, aseguró Lavréntiev.
El pasado 3 de junio, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció su intención de llevar a cabo una nueva operación militar en el norte de Siria e incluir las ciudades de Tell Rifat y Manbiy en la zona de seguridad creada a lo largo de la frontera en octubre de 2019.
Esta capital es sede desde este miércoles y hasta mañana de nuevas conversaciones sobre Siria en el formato de Astana con la participación de delegaciones de los Estados garantes (Rusia, Turquía e Irán), además del Gobierno sirio y de la oposición armada de esa nación árabe.
El portavoz de la Cancillería kazaja, Aibek Smadiyárov, indicó que en las consultas participarán también una representación de Naciones Unidas, de Jordania, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) y el Comité Internacional de la Cruz Roja, en calidad de observadores.
La agenda del encuentro tiene previsto que las delegaciones de los países garantes realicen mañana consultas bilaterales y trilaterales a nivel de expertos y el mañana tendrá lugar una sesión plenaria con todas las partes.
Desde marzo de 2011, Siria es víctima de un conflicto que ha destruido el país en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución del problema se negocia a través de dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná (nombre antiguo de la capital de Kazajastán, actual Nursultan).
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