Según señaló el canciller en su cuenta en Twitter, los pocos nacionales de la isla que el Gobierno de Joe Biden llevó a la cita de Los Ángeles “en su mayoría viven fuera de Cuba del presupuesto de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional”.
Es irrespetuoso que el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, “llame sociedad civil cubana a quienes defendieron la exclusión y medidas inhumanas de abuso contra su propio pueblo”, escribió el jefe de la diplomacia.
El titular agregó que los verdaderos intereses y reclamos de la población caribeña estuvieron representados en las voces solidarias de los países de la región y en la Cumbre de los Pueblos por la Democracia, realizada también en California de manera paralela al cónclave organizado por la administración de Biden.
El llamado foro de las Américas, que sesionó la pasada semana, recibió críticas de líderes del continente por la decisión del país anfitrión de excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Integrantes de la Comunidad del Caribe, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y otros mandatarios rechazaron esa disposición y ratificaron su solidaridad con la isla.
Además, Washington negó la tramitación de las visas de miembros de la sociedad civil cubana invitados al evento programado en California, lo cual la cancillería aquí consideró como trato discriminatorio hacia los ciudadanos del país caribeño.
En días recientes, Blinken dijo en una entrevista con la cadena Univisión que, pese a las ausencias, esos países estuvieron representados en Los Ángeles por otros estamentos de la sociedad.
Al respecto, mencionó un encuentro con lo que llamó “representantes de la sociedad civil” de los tres países excluidos, presuntos “activistas y defensores de los derechos humanos”, refirió.
En una intervención en televisión nacional el pasado lunes, Rodríguez afirmó que la IX Cumbre de las Américas estaba condenada al fracaso, incluso antes de comenzar.
El canciller de la isla aseguró que la reunión constituyó una derrota para Estados Unidos, pues quedó demostrado que ese país carecía de razones lógicas para dejar de invitar a naciones del área, en tanto evidenció el aislamiento y descrédito de Washington.
En esa cita, subrayó, se escuchó la voz de veinte países que rechazaron la exclusión de Cuba y al menos 11 condenaron la política de bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por la Casa Blanca a la isla desde hace más de seis décadas.
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