En declaraciones a la prensa, el jefe de las Tropas de la Defensa Radiactiva, Química y Biológica de Rusia, general Ígor Kirilov, manifestó que esa red de laboratorios biológicos bajo el amparo del Departamento de Defensa de Estados Unidos realizó investigaciones de virus que pueden ser transmitidos por mosquitos, como la fiebre del dengue.
“La historia de los brotes deliberados en Cuba, en los años 70 y 80, está completamente silenciada”, a la vez que se refirió a las denuncias realizadas por La Habana al respecto.
“El uso de mosquitos Aedes como arma biológica, exactamente igual que los que las autoridades militares estadounidenses estudiaron en Ucrania, fue registrado en una demanda colectiva de residentes cubanos contra el Gobierno de Estados Unidos”, recordó.
Kirílov advirtió que en aquel momento e único lugar de la isla caribeña donde no se registró la presencia de la infección fue en la ilegal base estadounidense de Guantánamo, en el oriente del país, porque las tropas recibieron vacunación previa.
Según el jefe militar ruso, lo sucedido en Cuba tuvo claros signos de haber sido provocado, ya que la enfermedad no era endémica en el Caribe.
En tal sentido, explicó que el momento para la propagación del brote, a finales de enero, fue elegido en virtud del ciclo biológico de los mosquitos vectores y fue óptimo para el posterior desarrollo del proceso epidémico.
Subrayó que de la misma forma aumentó significativamente el número de personas infectadas en los territorios de Donbass desde que Washington comenzó a financiar los laboratorios ucranianos. Kirílov señaló que el índice de contagios de tularemia en esa región se multiplicó casi por 10 en 2015 y enfatizó que tales investigaciones constituyen violaciones del derecho internacional.
El jefe de las fuerzas de defensa radiológica, química y biológica rusas denunció el pasado 14 de abril que Washington destinó en los últimos años más de 350 millones de dólares en proyectos del Centro de Ciencia y Tecnología de Ucrania.
Aclaró que el Departamento de Estado y el Departamento de Defensa de Estados Unidos son los clientes y patrocinadores de esa institución ucraniana, que también recibe ingresos de la Agencia de Protección del Medio Ambiente y de los Departamentos de Agricultura, Salud y Energía norteamericanos.
Citó un documento del 11 de marzo pasado, elaborado por los financistas del centro, que llamó la atención sobre un éxodo de desarrolladores de sistemas vectores y armamentos avanzados que trabajaban para instituciones ucranianas, así como de expertos en la creación de armas biológicas, radiológicas, químicas y nucleares.
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