Al intervenir hoy en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (Spief), el mandatario subrayó que la economía del país no se cerrará. “Rusia no tomará la ruta del aislamiento, seguiremos ampliando la cooperación con los países que muestren interés”, dijo.
En tal sentido, llamó la atención sobre el hecho de que para estas naciones será difícil por las presiones provenientes de Estados Unidos a sus aliados, que intentan por todos los medios cortar cualquier tipo de negocios o de lazos con Rusia.
El jefe de Estado destacó que su país continuará trabajando con las empresas occidentales que se mantuvieron en el mercado nacional, a pesar de las sanciones antirrusas.
Explicó que como parte de las alternativas para desarrollar la nación euroasiática en medio de la actual situación, Moscú está abriendo nuevas rutas y vías de comunicación con Oriente para ampliar el comercio y los intercambios con los países de esa región.
Putin se refirió también a un grupo de nuevas medidas de flexibilización de trámites y de mecanismos en apoyo a los emprendedores y a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) rusos.
Subrayó el interés del país para fortalecer los negocios privados, con la disminución de la carga impositiva, de los sistemas de controles, mientras su trabajo no implique riesgos para la nación.
El presidente ruso instó a los empresarios nacionales a invertir sus riquezas en el país. “Uno solo asegura el futuro de su negocio, de su empresa, si los relaciona con el futuro de su patria”, expresó.
Putin manifestó que en casa todo es más seguro y puso como ejemplo las pérdidas en millones de dólares que sufrieron no pocos empresarios rusos con las sanciones por tener su dinero fuera del país.
A ellos les recordó que Rusia tiene muchas tareas y proyectos de desarrollo, de ahí que los convocó a unirse en las diferentes tareas que tiene prevista la nación por delante en todos los sectores.
Advirtió que la guerra relámpago económica contra Rusia no tenía posibilidades de éxito y apuntó que las armas de las sanciones son de doble filo.
En otra parte de su intervención, aseguró que Moscú no interfiere en el suministro de alimentos desde Ucrania. De igual forma, indicó que la tarea más importante para la comunidad mundial es aumentar el suministro de alimentos al mercado y Rusia es capaz de hacerlo
Aclaró que la culpa de una posible hambruna en los países más pobres caería enteramente en la conciencia de Estados Unidos y la burocracia europea.
Denunció que la operación militar de Rusia en Ucrania se convirtió en un salvavidas para que Occidente pueda culpar a Moscú por los errores económicos cometidos por esos países.
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