Este es el tercer día consecutivo en que disminuyen las cantidades de gas suministradas a Italia por la empresa rusa de hidrocarburos, que alega como causa obras de mantenimiento en sus gasoductos.
Gazprom menciona problemas en las reparaciones por demoras del conglomerado germano Siemens, comprometido con las mismas, el cual se sumó a las sanciones contra Rusia.
Esa compañía, según indica la empresa rusa, “no entregó a tiempo equipos de bombeo reparados, por lo que se vencieron los plazos del servicio técnico y se detectaron fallas en los motores».
La preocupación del gobierno italiano se debe a la dependencia que tiene este país de los recursos energéticos procedentes de Rusia, de donde importa el 40 por ciento del gas que consume, aunque también recibe suministros de naciones como Argelia y Azerbaiyán.
El problema aún no es grave en este verano, cuando las necesidades de ese combustible son mucho menores y la oferta disponible, de unos 195 millones de metros cúbicos, supera la demanda de 155 millones, pero analistas vaticinan que la situación se complicará en el invierno.
El primer ministro, Mario Draghi señaló recientemente que “Italia tiene como objetivo llenar el sistema de almacenamiento de gas del país al menos al 90 por ciento de su capacidad a tiempo para el próximo invierno” y aseguró que el almacenamiento está ahora al 54 por ciento de su capacidad.
Sin embargo, según dijo, “a estos precios el almacenamiento se hace más difícil, los suministros han disminuido, Europa está en dificultades y Rusia recauda como antes”, pese a las medidas en su contra impuestas tras el inicio de operaciones militares en Ucrania.
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