La alta oficial del Pentágono cumplió apretada de agenda de dos días en los que se reunió con el presidente de la República, Laurentino Cortizo; la canciller Erika Mouynes; y el ministro de Seguridad, Juan Pino.
Las malas condiciones climáticas le impidieron viajar a la selva del Darién para recorrer centros de acogidas a migrantes, pero revisó detalles de la seguridad en la zona limítrofe con Colombia en encuentros con las direcciones de los servicios de Migración, Fronteras y Aeronaval.
Informativos como El Periódico de Panamá y organizaciones sociales rechazaron la estadía, que asocian a un auge de la presencia militar estadounidense en el país centroamericano.
El rotativo tituló “La General Richardson viene a inspeccionar», para señalar que su presencia tuvo lugar en momentos en que Washington hace esfuerzos por profundizar el control geopolítico del continente, ante lo que ellos consideran una seria amenaza por la relación comercial de América Latina y China.
Agregó que parece coincidencia que estuvo programada esa visita a la región fronteriza con Colombia, justo a una semana de las elecciones de segunda vuelta en el país vecino, en la que un líder de izquierda (Gustavo Petro) podría acceder al poder mañana domingo 19 de junio.
También el diario Bayano Digital apuntó que la visita de Richardson puso a Panamá en la mira militar.
Mientras el Frente Nacional para la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (Frenadeso), acusó al Ejecutivo de permitir la injerencia extranjera como quedó demostrado ahora y durante la visita en abril último del secretario de Estado Antony Blinken.
En los últimos siete días, el Ministerio de Salud lideró la distribución en todas las regiones del país del antiviral Molnupiravir para reducir los impactos de la Covid-19.
De acuerdo con un informe de esa cartera, unos 15 mil tratamientos con el medicamento desarrollado por la compañía MSD (Estados Unidos y Canadá) llegaron al istmo.
Con este fármaco, las autoridades sanitarias esperan disminuir las hospitalizaciones y complicaciones por la dolencia que ya entra en su quinta ola, así como reducir la duración de los síntomas del paciente.
De otro lado, la semana estuvo signada por la huelga de brazos caídos de los recolectores de basura, conocidos popularmente como “hormiguitas”, protesta que llamó la atención sobre el manejo ineficiente del acopio y gestión de los deshechos, sobre todo en esta capital.
Los obreros de la llamada Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario lograron del Ejecutivo que atendieran sus demandas, entre ellas aumento salarial y la entrega de camiones compactadores, otros medios y uniformes necesarios para su labor.
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