El delegado del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma) de Ciego de Ávila, Rafael Pérez, señaló que la acción permitió la conectividad de las aguas fluviales con el mar, lo cual motivó la generación de manglares y la recuperación de la fauna marina, al retornar especies como el robalo, macabí, sábalo y pompo.
Precisó que la rehabilitación de los diques Estero-Socorro y Chicola, el cierre del canal Manatí y de la presa Puente Largo ayudaron a restablecer el entorno y el recurso hídrico en la zona, donde habitan especies de la avifauna cubana y crece una variada flora.
En Estero-Socorro permite a través de 14 pases ecológicos, el intercambio de agua entre la bahía de Jagüey, en el municipio de Bolivia, con la contigua Laguna La Redonda, en Morón, operación que ayudó a disminuir los niveles de salinidad de este último reservorio natural, manifestó.
Los diques tienen gran importancia en el humedal ya que frenan la penetración del mar, por lo que disminuye la intrusión salina y garantizan la acumulación de mayores volúmenes de agua en Puente Largo, lugar que actúa como tapón hidráulico en los sectores hidrogeológicos del norte avileño, explicó Pérez.
El Gran Humedal Norte de Ciego de Ávila, con categoría internacional Ramsar, es un espacio muy vulnerable y de gran importancia por constituir una reserva medioambiental de gran interés económico.
Con una extensión de 226 mil 875 hectáreas, que abarcan los municipios de Morón, Chambas, Ciro Redondo, Bolivia y Primero de Enero, posee tres áreas protegidas: la reserva ecológica Centro-Oeste de Cayo Coco y los refugios de fauna Loma de Cunagua y El Venero.
oda/nmt