Así lo expresó el ministro de Relaciones Exteriores durante un encuentro en Oslo con el enviado sueco para Yemen, Peter Semneby, precisó la agencia oficial de noticias Saba.
Durante el diálogo, Bin Mubarak agradeció los esfuerzos realizados por Suecia para contribuir a la solución de la crisis.
El funcionario consideró que junto al diálogo político hay que avanzar en el tema humanitario.
Por su parte, Semneby reiteró el compromiso de su país en colaborar para buscar una solución negociada a la conflagración.
En su página de Twitter, el canciller anunció que durante su estancia en la capital Noruega para participar en el Foro de Oslo sostuvo encuentros separados con el enviado estadounidense para Irán, Robert Malley, y el diputado ucraniano Rustam Umarov, con quien debatió sobre el suministro de trigo al país árabe.
El 2 de junio último el Gobierno y los rebeldes hutíes renovaron por otros dos meses la tregua vigente desde abril en el país.
El cese de las hostilidades fue un respiro aprovechado por las diversas instituciones de Naciones Unidas para brindar asistencia humanitaria y permitir la entrada de alimentos, combustible y recursos de primera necesidad.
La guerra comenzó en 2014, cuando los hutíes se levantaron en armas y ocuparon grandes extensiones del país, incluida Saná, la capital.
Al año siguiente una coalición árabe, encabezada por Arabia Saudita, intervino en el conflicto en respaldo del entonces mandatario Abd Rabbu Mansour Hadi, quien recientemente entregó el poder al nuevo Consejo Presidencial de Liderazgo.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, más de 23,4 millones de yemenitas, de una población total de 31 millones, necesitan asistencia.
El organismo reveló que al menos 377 mil personas murieron como consecuencia directa o indirecta de ese conflicto.
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