También intercambiaron congratulaciones los ministros de Asuntos Exteriores de ambas naciones, Vladimir Makéi y Serguéi Lavrov, indicó el servicio de prensa de la Cancillería rusa.
“Expresaron la intención de seguir fortaleciendo la cooperación para profundizar la integración de la alianza, mantener la estabilidad y la seguridad en la región, así como contrarrestar la presión externa ilegítima sobre nuestros países”, señaló el comunicado.
Ayer, el Kremlin confirmó las conversaciones de este sábado entre los jefes de Estado de Rusia y Belarús en la ciudad de San Petersburgo.
Según la información, las pláticas estarán centradas en diferentes aspectos del desarrollo de las relaciones bilaterales y la revisión del avance de la cooperación en los diferentes proyectos integracionistas aprobados en el marco del Estado de la Unión Rusia-Belarús.
Ambos mandatarios sostuvieron su último encuentro oficial el pasado 23 de mayo en la ciudad rusa de Sochi, en el mar Negro, reunión en la que Putin expresó que el proceso integrador entre los dos países se fortalece sin prisa y con la verificación de cada paso.
“Aquí hacemos todo como acordamos: con calma, sin ninguna prisa, verificamos cada paso para asegurarnos de que nos fortalece interna y externamente, refuerza nuestro sistema político y crea las condiciones para su desarrollo, crea una base fundamental, buena y sólida para el desarrollo económico”, señaló.
Lukashenko, por su parte, advirtió que las sanciones occidentales contra ambas naciones impulsaron a Minsk y Moscú a ocuparse de su economía con más intensidad.
“Ellos, Occidente, sin darse cuenta, nos empujaron a ocuparnos de nuestra economía de forma más intensa», comentó.
Recordó que antes sus Gobiernos determinaron las principales direcciones para la sustitución de importaciones, incluso calcularon cuánto costaría.
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