La manifestación comenzó en varios puntos del centro de Quito, desde donde féminas amazónicas y de la Sierra avanzaron hasta la Universidad Central del Ecuador, considerada zona de paz y centro de asistencia humanitaria y acogida de indígenas, quienes llegaron desde otras provincias desde el inicio de las movilizaciones, el pasado 13 de junio.
Desde los exteriores del teatro Universitario, representantes de diversas localidades, del campo y la juventud, respaldaron el levantamiento popular, convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) y al cual se unieron sectores sociales como colectivos feministas, campesinos, trabajadores, estudiantes y amas de casa.
Estamos aquí presentes para rechazar las políticas neoliberales del gobierno de este señor banquero (presidente Guillermo Lasso), que está encareciendo la vida de todos y cada uno de los ecuatorianos, señaló una ciudadana de un barrio del sur de Quito.
Al respecto, enfatizó que la ciudad apoya a la Conaie y su agenda de 10 puntos planteados al Ejecutivo para mejorar la vida de la población, pero sin respuestas concretas, lo cual ocasionó el llamado a las calles.
En su criterio, los temas sobre inseguridad, atención al campo, presupuesto para educación y salud, generación de empleo, respeto a derechos colectivos, reducción del precio de los combustibles y combate a la especulación, entre otros demandados al mandatario y su gabinete, benefician a toda la población.
A los quiteños, los llamó a salir a las calles y no ser indiferentes ante una lucha del pueblo y para el pueblo.
En representación de la Universidad Central del Ecuador, una joven denunció la represión policial que cada día sufren los estudiantes y personas unidas al levantamiento, disfrazada bajo un falso discurso de diálogo por parte del Gobierno Nacional.
¿Cómo puede haber diálogo si día a día los policías reprenden a los estudiantes, a nuestros compañeros indígenas, lanzan bombas y ponen escudos? ¿Cómo podemos dialogar así?, cuestionó.
De su lado, una habitante de Cotopaxi, en nombre de las madres y trabajadoras, definió la lucha nacional de estos días como una causa justa y contra una dirección que mintió para llegar al poder, con promesas olvidadas posteriormente.
Tras varias intervenciones, las mujeres, acompañadas por manifestantes de varios sectores, avanzaron en marcha hacia los alrededores de la Asamblea Nacional, donde esperan la sesión plenaria que evaluará un pedido de destitución del presidente de la República, Guillermo Lasso.
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