Mécène es el más antiguo juez de la Corte de Casación y su nueva misión será dirigir la administración provisional en los próximos dos años.
En un breve discurso a la nación trasmitido en sus redes sociales dio por terminado el mandato presidencial de Moïse, y aceptó la elección de la oposición política y la sociedad civil ‘para servir a mi país como presidente de la transición de ruptura’, aseguró.
El nombramiento llega después del rechazo de Moïse a ceder su puesto, alegando que la Constitución establece un mandato de 60 meses a los jefes de Estado.
‘Me quedan 364 días en el poder, no habrá transición’, dijo la víspera durante una alocución, en la que también pidió diálogo ‘para dar otro rumbo al país’.
Durante su intervención reiteró que la Policía frustró un intento de golpe de Estado y magnicidio por el cual fueron apresados 23 personas, entre ellas el juez de Casación, Yviquel Dabrésil, y una inspectora policial.
‘Habían contactado con altos cargos de la policía del Palacio Nacional, cuyo trabajo era detener al presidente, llevarlo a esta casa de Petit Bois y facilitar la instalación de un nuevo presidente provisional que hiciera la transición’, aseguró horas más tarde el primer ministro Joseph Jouthe durante una conferencia.
Jouthe también anunció que, además de las armas y dinero incautados a los detenidos, también figuraba el discurso de instalación como mandatario del juez Dabrésil.
‘Ivickel Dabrésil iba a ser el presidente provisional. Iban a dar un golpe de Estado. Ya tenían todas las armas. Estaban planeando instalar un gobierno hoy, según la información obtenida’, denunció.
Por el momento, aún todas las franjas de la oposición no se pronunciaron sobre el nombramiento del presidente interino.
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