Aunque evidentemente no funciona como instalación militar, diariamente cientos de visitantes locales y extranjeros lo visitan, para apreciar una de las mejores vistas de este lado de Guadalupe.
Fue construido entre 1750 y 1763 en la comuna de Le Gosier, para defender su bahía de los ataques de potencias enemigas como Inglaterra, además de corsarios y piratas.
Se compone de pequeñas salas unidas a través de galerías subterráneas, varias de las cuales se conservan hoy en día.
Se ignora el origen de su nombre, pero se piensa que puede venir del apodo de algún militar que lo habitó.
De ahí que fuera infructuoso para nosotros preguntar por una flor en específico, pues parte de la prensa, el personal de la Organización Deportiva Panamericana (Panam Sports) y los delegados técnicos de los I Juegos del Caribe se alojan en el hotel del mismo nombre, ubicado a pocos metros.
En el fuerte vivió Jean-Baptiste Victor Hugues, administrador colonial francés que gobernó Guadalupe de 1794 à 1798, y fue inmortalizado en la novela El siglo de las Luces, del cubano Alejo Carpentier.
Cuando lo visitamos merodeaban por allí decenas de niños que estaban de excursión vacacional, una práctica bastante común en las escuelas guadalupeñas.
A la entrada permanecen los cañones custodiando los portones, pero la majestuosidad del Fleur d’épée no radica hoy en su poder de persuasión, sino en la belleza de su historia.
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