Analistas de esa empresa estadounidense recordaron que el G7 prometió implementar un mecanismo para limitar las cotizaciones del petróleo ruso, sin embargo, como respuesta, Moscú podría reducir la extracción diaria en cinco millones de toneles sin dañar excesivamente su economía.
Un recorte de tres millones de barriles en el suministro diario llevaría los precios del crudo de referencia en Londres a 190 dólares, mientras que el peor escenario de cinco millones podría significar un petróleo estratosférico de 380 dólares, lo cual sería desastroso para los países exportadores, insinuaron.
El riesgo más obvio y probable de un tope de los importes es que Rusia decida no participar y decida reducir las exportaciones, precisaron los expertos de JPMorgan.
La reorientación de las exportaciones, los planes de suministro alternativos y la prima de las sanciones en las cotizaciones del petróleo permiten a Moscú garantizar los ingresos presupuestarios, incluso cuando se vende con descuento.
El acuerdo del G7 tendría como objetivo limitar la cantidad de dinero que Rusia puede ganar por cada barril de petróleo que vende en el mercado global, y disminuir así los ingresos de los combustibles fósiles que recibe la nación euroasiática.
No obstante, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov aseguró que el país no venderá nada sin beneficio, ya que la demanda puede caer en un lugar y aumentar en otro y las cadenas de suministro se reorientan en la medida que las partes buscan las mejores condiciones para el comercio.
jcm/crc