«Abogamos por resolver todas las cuestiones dentro del marco legal y no mediante disturbios callejeros», refirió la entidad diplomática rusa mediante un comunicado publicado en su portal web.
La cancillería también aplaudió las medidas que emprenden las autoridades de Uzbekistán y expresaron su confianza en la capacidad del Gobierno de Taskent para normalizar la situación desatada en ese territorio del país centroasiático.
El 1 y el 2 de julio en la capital de Karakalpakistán, Nukus, tuvieron lugar disturbios relacionados con las enmiendas a la Constitución de Uzbekistán que causaron al menos 18 muertos y más de 240 heridos, según reportó la Fiscalía General uzbeka.
En Uzbekistán se debatió esos días un proyecto de ley sobre más de 200 enmiendas a la Carta Magna en vigor. Una de las propuestas habría cancelado el estatus actual de Karakalpakistán que ocupa un 40 por ciento del territorio uzbeko y, según la Ley Fundamental en vigor, es una «república soberana» en el seno del país.
La república autónoma dispone de una Constitución propia, tiene poder de decisión en materia de división territorial y administrativa, y el derecho de secesión a través de un referendo.
Los violentos disturbios obligaron al Gobierno del presidente Shavkat Mirziyóyev a decretar el estado de emergencia y el toque de queda nocturno en territorio karakalpako del 3 de julio al 2 de agosto y dar marcha atrás a las enmiendas más polémicas.
La Cámara Baja del Parlamento uzbeko aprobó este lunes, por unanimidad, mantener sin cambios los artículos del 70 al 75 de la Constitución en vigor referentes a la república autónoma de Karakalpakistán.
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