Varios de los sospechosos lograron huir a pesar de estar heridos; el sacerdote católico, Luigi Brena, que fue capturado en el estado sureño de Edo, fue trasladado a un hospital, señala el parte oficial según el cual la liberación del rehén fue producto de una operación del Ejército, apoyado por información de pobladores de la zona.
Bandas de delincuentes armados que en principio operaban en el norte de Nigeria han extendido sus acciones al noroeste del país, en particular los raptos de funcionarios gubernamentales y clérigos por cuya liberación exigen rescate en metálico.
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