El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo este viernes que el mandatario Vladimir Putin, ‘no mencionó condiciones algunas’ para una posible cumbre con su homólogo Josep Biden, lo que evidencia el interés de Moscú por fomentar un camino de respeto y entendimiento mutuo a través del diálogo.
Antes, la Cancillería rusa informó sobre la prohibición de la entrada a esta nación euroasiática de un grupo de altos cargos y exfuncionarios de Washington vinculados con el ‘curso de la política antirrusa’ en ese país.
También anunció que Rusia responderá de manera recíproca a la expulsión de 10 diplomáticos de su embajada en Washington, una de las medidas contenidas en el paquete de sanciones aprobado el jueves contra Moscú por la Casa Blanca.
Las sanciones castigan a 32 entidades e individuos rusos y prohíben a las empresas estadounidenses comprar títulos de deuda de este país emitidos por el Banco Central, el Fondo Nacional de Riqueza o el Ministerio de Finanzas, a partir del 14 de junio próximo.
Sin embargo, dos días antes de que Washington aprobara estas medidas, el pasado martes 13, los presidentes de Estados Unidos y de Rusia sostuvieron una conversación telefónica que parecía encaminar los descarrilados vínculos entre ambos países.
Y aunque la llamada de Biden tuvo como centro su ‘preocupación’ por el movimiento de tropas de Moscú en las cercanías de la frontera con Ucrania, sirvió para que Putin le llamara la atención sobre el escalamiento del conflicto en Donbass.
Los jefes de Estado dialogaron también sobre la posibilidad de un mejoramiento de las relaciones, de la seguridad estratégica global, de la participación rusa en la Cumbre Climática y hasta de un encuentro personal entre ambos dignatarios.
El intercambio despertó optimismo entre observadores políticos, teniendo en cuenta las declaraciones recientes del jefe de la Casa Blanca, quien en una entrevista respondió de manera afirmativa cuando le preguntaron si consideraba un asesino al titular del Kremlin.
Sin embargo, dos días después, Biden lo hizo trizas todo de un plumazo. Como dijera recientemente la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, en los últimos 10 años la nación norteamericana ‘se ha convertido en el estado más impredecible’ del planeta.
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