En un video colgado en la red social Twitter, Sunak, descendiente de una familia india que emigró a Southampton a mediados del siglo pasado, llamó a restaurar la confianza, reconstruir la economía y unificar al país.
Tras afirmar que el Reino Unido enfrenta grandes retos, el aspirante a ocupar la silla de Johnson dijo que quiere llevar al país en “la dirección correcta”.
Sunak, considerado uno de los pesos pesados del gobierno conservador, fue el responsable, junto al entonces ministro de Salud y posible rival en la contienda electoral que se avecina, Savid Javid, el principio del fin de la carrera de Johnson.
Ambos políticos renunciaron el martes, en una acción casi simultánea que desencadenó una hemorragia de dimisiones dentro del gabinete, y obligó al primer ministro a dejar el cargo la víspera.
Aunque el propio Johnson dijo que el cronograma para escoger a su relevo se anunciará la semana próxima, otros dos diputados conservadores –Suella Braverman y TomTugendhat– también oficializaron sus deseos de reemplazarlo.
La lista de candidatos podría aumentar, y entre los nombres que se barajan están, además de Javid, los ministros de Defensa y Transporte, Ben Wallace y Grant Shapps, la canciller Liz Truss, la titular del Interior, Priti Patel y el diputado y exministro Jeremy Hunt.
Según las reglas, el sustituto de Johnson será el ganador del concurso de liderazgo que comienza con la nominación de los candidatos, y concluye con la votación de toda la militancia conservadora.
En una primera fase, los miembros de la bancada votan por los aspirantes, y aquellos que reciban menos del cinco por ciento de los votos quedarán en el camino.
Las rondas continuarán hasta dejar en pie a los dos diputados más votados, que se someterán entonces al escrutinio de todos los miembros del partido a través de un sufragio postal.
Johnson, cuyo mandato de tres años estuvo plagado de escándalos y cuestionamientos a su integridad y liderazgo, anunció que seguirá en el cargo de forma interina hasta la elección de su reemplazo, un proceso que podría durar ocho semanas.
La perspectiva de que el controvertido gobernante siga en el poder aún después de dimitir es rechazada por la oposición y por un gran número de sus correligionarios, que desean verlo salir cuanto antes del número 10 de la calle Downing.
El líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, insistió este viernes en la necesidad de convocar a unas elecciones generales para devolver, dijo, la honestidad y la integridad al país.
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