Una mayoría conservadora en la Corte Suprema de Justicia socava su programa de gobierno al abolir el derecho legal al aborto, así como protecciones medioambientales destinadas a frenar el cambio climático.
Son malas noticias para el demócrata cuando se adentra en esta etapa ya próxima a las elecciones de mitad de mandato del 8 de noviembre y -como tendencia histórica- a los presidentes impopulares no les suele ir bien en esos comicios.
El apoyo al gobernante ronda el 39 por ciento, el más bajo desde que asumió el cargo el 20 de enero de 2021, de acuerdo con una reciente encuesta de TheAssociatedPress-NORC Center forPublicAffairsResearch.
Una fuerte caída si se compara con casi el 59 por ciento de respaldo de un año atrás. Ahora, incluso, apenas el 14 por ciento de los estadounidenses cree que el país va en la dirección correcta.
La economía suele ser el motor de las elecciones, y los republicanos se esfuerzan por recordar a los votantes que Biden lidera un periodo en el que el galón de gasolina cuesta cinco dólares y los precios de productos básicos se disparan.
Para la Casa Blanca, la inflación resulta un problema global del cual el gobernante tiene poca responsabilidad directa, pero hace un año él reclamó el crédito por los bajos costos de los alimentos, recuerdan medios estadounidenses.
En los días previos al 4 de julio de 2021, la mansión ejecutiva publicó en la red social Twitter queuna barbacoa familiar había disminuido. “Hot dog, el plan económico de Biden está funcionando”, fue el mensaje entonces.
Pero en este 2022, el valor del conjunto que incluya hamburguesas, ensalada de papas y helado escaló 17 por ciento, conclusiones de la American Farm BureauFederation, citadas por la prensa.
Si los republicanos ganaran en noviembre el control de la Cámara de Representantes (de 435 escaños), sería como el fin anticipado del mandato de Biden, apuntan analistas.
Por su parte, los asesores del presidente entienden que lo que se necesita no son solo planes, sino votos.
(Tomado de Orbe)