El evento tomó su nombre de la lengua aymara que significa fiesta pequeña y, según sus creadores, convida a no dejar solo el reencuentro con las letras para el mes de septiembre en la Feria del Libro de la Paz (FILP).
Organizaremos tres de estas ferias pequeñas, ‘la segunda en julio y la tercera en diciembre para acercar a los socios y los lectores paceños. (…) Es casi como una actividad preámbulo a la FILP’, explicó el director de la Cámara Departamental del Libro, Ernesto Martínez.
La programación reunirá a una treintena de expositores, entre los que se incluyen Librerías Lectura, Editorial El Cuervo, Editorial 3600 para presentar sus materiales y realizar otras actividades culturales semi-presenciales.
‘Queremos reflejar el papel del libro y la palabra escrita como puente entre países, culturas y disciplinas. Vamos a tener actividades sobre el teatro y la poesía, intercambios entre poetas bolivianos y chilenos, y un poco de humor’, apuntó Martínez.
La pandemia de la Covid-19 trajo una profunda crisis en el sector con el cierre de librerías y el paro en la producción de las editoriales, por lo que el encuentro intenta revertir las consecuencias de esta época difícil y buscar alternativas para reinventarse.
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