Con el favorito esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) vestido de amarillo y un interesante duelo por equipos entre INEOS Grenadiers y Jumbo-Visma, se presenta el brusco tramo de 148,1 kilómetros entre las estaciones de esquí de Morzine Les Portes du Soleil y Megeve.
La etapa será propicia para las escapadas, y no pocos pedalistas cuentan con el talento para intentarlo, tal vez inspirados por la espectacular demostración del luxemburgués Bob Jungels (AG2R Citroen Team) el domingo en el comienzo de la aventura por los Alpes.
El trayecto a vencer incluye cuatro puertos de montaña, dos de cuarta categoría y uno de tercera antes del cierre en el Altiport de Megeve, una cota de segunda gracias a sus mil 382 metros sobre el nivel del mar y una subida de 19 kilómetros con pendiente media al cuatro por ciento.
Como pronosticaron los entendidos, Pogacar parece imbatible en sus apenas 23 años y el afán de conquistar la Grande Boucle por tercera edición consecutiva, pero mañana y el jueves tendrá, al igual que el resto de los ciclistas, una prueba de fuego en la alta montaña de Los Alpes.
Los platos fuertes alpinos se aproximan, y el miércoles el pelotón lidiará con la cima del Tour de Francia, el Col du Galibier y sus dos mil 642 metros, una escalada de 17,7 kilómetros y pendiente de casi un siete por ciento, y con la llegada en el Col de Granon (dos mil 413, 11,3 y 9,2), ambos puertos clasificados lógicamente “fuera de categoría”.
El jueves, en la despedida de Los Alpes, los pedalistas la tendrán aún más difícil, con el ascenso en fila del propio Col du Galibier, el Col de La Croix (dos mil 67, 29 y 5,2) y el arribo en el Alpe d’Huez (mil 850, 13,8 y 8,1).
En la batalla por el maillot amarillo, Pogacar saca 39 segundos al subtitular del Tour de Francia el año pasado, el danés Jonas Vingegaaard (Jumbo-Visma), y un minuto y 17 segundos al monarca del 2018, el veterano galés Geraint Thomas (INEOS Grenadiers).
Por equipos, INEOS lidera la clasificación, un minuto y cuatro segundos por delante de Jumbo-Visma.
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