“Me encanta ganar pero, si ya no eres competitivo, entonces es mejor parar”, expresó el deportista, quien lleva más de un año alejado de las pistas a causa de una lesión de rodilla y aparece desde la víspera sin puntos en el ranking de la disciplina.
No creo que necesite el tenis, soy feliz con las pequeñas cosas, como cuando mi hijo hace algo bien o cuando mi hija obtiene una buena calificación en el colegio, agregó el aún idolatrado Federer, de 40 años.
Ese juego es parte de mi vida, pero no toda mi identidad, quiero ser y seguir siendo exitoso, poner toda mi energía en los negocios, acotó.
Sé que una carrera profesional no puede durar para siempre y eso está bien, lo acepto, aseveró el considerado mejor tenista de todos los tiempos en pistas de hierba y uno de los mejores históricos.
Sobre su larga inactividad, el suizo afirmó que “me dio la oportunidad de ordenar de manera selectiva mis viajes y devolver algo a la gente”.
Muchos amigos siempre venían a verme, ahora soy yo el que he podido ir y visitarles, pues los viajes de las competencias a veces eran excesivos, sobre todo si tienes que organizarlo con niños.
De momento, según la publicación, Federer sigue con su proceso de recuperación y tiene previsto disputar la Laver Cup, que impulsara desde 2017.
En esta quinta edición, a disputarse en el O2 Arena de Londres, Reino Unido, entre el 23 y 25 de septiembre, enfrentará a un combinado de Europa y el resto del orbe.
Aparece igualmente en su calendario el torneo de Basilea, Suiza, del 24 al 30 de octubre, aunque su futuro en el circuito sigue lleno de dudas, advirtieron los especialistas.
Federer consiguió ganar en el Abierto de Australia en seis ocasiones, el Torneo de Roland Garros en una, el Campeonato de Wimbledon en ocho (siendo el tenista con más victorias) y el Abierto de Estados Unidos en cinco oportunidades.
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