De hecho, lo peor en ese sentido fue conocer que se registraron unas 84 muertes atribuibles a las sofocantes máximas que señalan los 40 grados, incluso hasta la entrada de la noche.
Madrid, por ejemplo, refleja en sus termómetros 39 grados a las 16:30, hora local, y ayer en el parque del Retiro alcanzó los 40,7. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) significó que habrá un alivio hacia el martes venidero, pero la tregua apenas durará un día.
Según el Instituto de Salud Carlos III, asociado al Ministerio de Sanidad, se pueden considerar 84 decesos ocurridos entre el 10 y el 12 de julio, como consecuencia del intenso calor.
Como consuelo relativo el portavoz de la Aemet, Cayetano Torres, dijo a la prensa que la nueva subida de los termómetros del próximo miércoles no parece a priori el inicio de una tercera ola de calor, sino propiamente del verano.
La brisa cálida y tórrida se antoja asfixiante y hay casos sorprendentes como en el norte de España, en Ourense, Galicia, ayer con récord de 44,1 grados; en Zamora, 41,8 grados, y en Ponferrada se alcanzaron los 41 grados.
Sevilla tuvo 44,3 grados y en Castilla-La Mancha, en Talavera, se registraron 44,9, en el sur del país ibérico. El problema se agudiza con mínimas inesperadas en la madrugada, en promedio de 25,3 grados.
El alivio ligero del lunes venidero se deberá a una depresión aislada en niveles altos.
mgt/ft