El rodaje se efectúa en el barrio Al-Hajar Al-Aswad, en el sur de la ciudad de Damasco y devastado por los combates entre el ejército sirio y la organización terrorista Daesh antes de su liberación en 2018.
Según publicó el diario al-Watan, los sucesos de la película no giran en torno a la guerra en Siria, sino está basada en hechos reales sobre la evacuación emergente de 600 ciudadanos y diplomáticos chinos y 200 extranjeros en 2015 durante la guerra en Yemen.
El medio asegura que es la primera vez que se filma una película china en Siria y reveló que en la misma participan actores sirios, entre ellos la actriz Nisreen Tafish.
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