‘Detuvimos al grupo, nos mostraron cómo lo habían planificado todo, yo guardé silencio. Luego descubrimos el trabajo de servicios de inteligencia claramente extranjeros, muy probablemente la CIA, el FBI’, dijo Lukashenko.
En sus declaraciones, el mandatario acusó a las máximas autoridades estadounidenses de estar implicadas en los hechos.
El jefe de Estado confirmó el fracaso del intento de golpe de Estado y de los planes de asesinato en contra de él y de su familia.
Narró que las autoridades de su país solicitaron ayuda al Gobierno ruso y a su Servicio Federal de Seguridad (FSB) para organizar la detención de los implicados en los planes de atentados, quienes se habían trasladado desde Estados Unidos hacia Moscú.
El viernes, el FSB, con apoyo del Comité de Seguridad del Estado de Belarús, detuvo en la capital rusa a los ciudadanos belarusos Alexandr Feduta y Yuri Zenkovich, este último poseedor también de la nacionalidad estadounidense.
Según el servicio de relaciones públicas del FSB, ‘ambos planeaban realizar un golpe de Estado militar en Belarús siguiendo el guion de las llamadas revoluciones de colores e involucrando a nacionalistas ucranianos y locales’.
La agencia de seguridad rusa confirmó que las acciones incluían la eliminación física del presidente de Belarús y de su familia.
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