Misiles balísticos y drones camuflados fueron utilizados por los armados para cometer la agresión ‘a gran escala’ este domingo, que tuvo como blanco áreas residenciales, denunció en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados del país árabe.
Según la nota, el ataque ocurrió en ‘flagrante desafío’ a los llamados de la comunidad internacional para poner fin a la guerra en Yemen por la vía política.
Esa acción terrorista y escalada militar confirma las repetidas advertencias del gobierno yemenita de que los hutíes no creen en la paz, sino únicamente en el sonido de los cañones, en la violencia y en el uso de la fuerza contra civiles inocentes, subrayó el texto.
La Cancillería mencionó también a los cientos de miles de desplazados internos que huyeron de la brutalidad en la ciudad de Marib, lo cual, opinó, empeora el desastre humano.
En su declaración, el gobierno de Yemen reafirmó su compromiso con el proceso de paz y demandó a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas a condenar el ataque, así como a exigir responsabilidad a los perpetradores.
De igual manera, reafirmó su apego al derecho legítimo que le asiste de proteger a los ciudadanos yemenitas, y repeler ese tipo de agresión, a partir de su responsabilidad de mantener la seguridad y la integridad territorial del país.
La nación árabe atraviesa por un conflicto armado desde el 2015 cuando fuerzas hutíes propiciaron un golpe de estado, el cual sumió a la nación en un profunda crisis humanitaria con cientos de miles de desplazados y una hambruna generalizada que afecta a casi el 80 por ciento de su población, según ONU.
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