En el seguimiento al coloso ubicado en la provincia amazónica de Morona Santiago participan, además, el Sistema Integrado de Seguridad ECU-911 y el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias.
Los registros indican que desde la víspera desde la montaña hubo más de 700 explosiones combinadas con emisión de gases, ceniza y lava.
De acuerdo con las precisiones, las emisiones de gases y ceniza alcanzaron hasta los mil metros sobre el nivel del cráter en dirección oeste–suroeste.
Con un nivel de actividad superficial e interna alta, las autoridades mantienen la supervisión, pues en caso de lluvias podría haber remoción del material acumulado, lo cual generaría flujos de lodo y escombros desde los flancos del volcán hasta desembocar en los ríos adyacentes.
En la mitad de esta jornada los informes dieron cuenta de al menos 18 alertas termales.
El Sangay es el último volcán al sur de Ecuador, ubicado en la Cordillera Real, y uno de los más activos, con una actividad eruptiva constante desde 1628.
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