‘No estamos de acuerdo categóricamente con tales conclusiones, las consideramos provocativas y hostiles’, dijo el jefe de prensa de la Presidencia rusa, refiriéndose a la acusación checa que justificó la expulsión de 18 empleados de la embajada de Moscú en Praga.
La decisión fue dada a conocer el pasado 17 de abril por el primer ministro de la República Checa, Andrei Babish, y el primer viceprimer ministro y ministro del Interior, Jan Gamachek, ministro de Relaciones Exteriores interino.
Ese día, en conferencia de prensa, las autoridades checas acusaron a ‘oficiales de los servicios especiales rusos’ de los hechos y anunciaron la expulsión de 18 empleados de la misión diplomática de Moscú en Praga.
En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia expresó ‘nuestra resuelta protesta a las autoridades checas’ en relación con el paso dado ‘con pretextos infundados y descabellados’, subrayó.
Moscú advirtió además que las medidas de represalia ‘harán que los autores de esta provocación se den cuenta de su plena responsabilidad de destruir los cimientos del normal desarrollo de las relaciones entre nuestros países’.
Subrayó que este ‘paso hostil’ es parte de una serie de acciones antirrusas tomadas por la República Checa en los últimos años y evidencia ‘un esfuerzo por complacer a Estados Unidos en el contexto de sus recientes sanciones contra Rusia’.
La víspera, la Cancillería rusa declaró persona non grata a 20 empleados de la embajada de la República Checa en Moscú, con fecha tope para salir del país este lunes.
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