Draghi señaló tras la IV Cumbre Intergubernamental, en la cual participó el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, que durante la misma se “confirmó nuestra asociación privilegiada en el sector energético”, destacan el diario La República y otros medios de prensa.
El anuncio del suministro de cuatro mil millones de metros cúbicos de gas supone “una aceleración respecto a lo previsto”, subrayó el mandatario italiano, en relación con el incremento en los envíos de ese hidrocarburo por parte de Argelia.
Draghi enfatizó pocas horas antes de su regreso a Roma en la tarde de este lunes, que “la declaración conjunta y los acuerdos que se acaban de firmar reflejan el amplio espectro de colaboración entre nuestros países”, con mayor peso en el sector energético.
Se incluyeron además algunos convenios relativos a otros temas como “la justicia, el desarrollo social, la cooperación industrial, la obra pública, la transición energética y la promoción cultural”, precisó el primer ministro.
El sábado último, 48 horas antes de la programada visita de Draghi a Argel, la empresa Ente Nacional de Hidrocarburos de Italia (ENI) anunció un acuerdo con la compañía argelina Sonatrach para el suministro de otros cuatro mil millones de metros cúbicos de gas.
ENI indicó que los envíos comenzarían a materializarse a partir del 18 de julio, coincidiendo con la presencia del jefe de Gobierno italiano en la nación magrebí.
A inicios de 2020 llegaban vía Túnez a Sicilia, a través del gasoducto Transmed, unos 21 mil millones de metros cúbicos de gas argelino, lo que ubicaba a esa nación africana en el segundo lugar detrás de Rusia, que vendía a Italia hasta ese momento 29 mil millones de metros cúbicos.
Ese nuevo incremento complementa el de otros dos mil millones de metros cúbicos del combustible previamente acordados con Argelia, que ya envió a esta nación europea desde inicios de 2022 un total de 13 mil 900 millones de metros cúbicos de ese hidrocarburo.
El propósito del gobierno italiano, según analistas, es lograr convenios con Argelia y otras naciones, como Azerbaiyán, para reemplazar el 50 por ciento de la compra de gas ruso en 2023, y sustituir por completo a ese país como proveedor en la segunda mitad de 2024.
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