El servicio de prensa del Kremlin destacó que la nación persa es un socio importante para Rusia, pues los vínculos entre ambos Estados tienen carácter amistoso y la historia secular, así como persiste un desarrollo eficaz en varias esferas.
Putin tras su diálogo con Raisi, sostendrá conversaciones con el líder supremo persa, el ayatolá Alí Jameneí.
Después de eso, el mandatario ruso se reunirá con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, para analizar mecanismos que permitan las exportaciones de grano desde los puertos de Ucrania.
El encuentro reforzará la primera reunión cuadrilateral celebrada el 13 de julio en Estambul sobre cereales con representantes de Rusia, Ucrania, Turquía y Naciones Unidas, en la cual se acordó abrir un centro de coordinación conjunto en esta ciudad turca.
La visita de Putin a Teherán tiene como principal objetivo participar en una reunión de los jefes de Estado garantes del proceso de Astaná, para facilitar un acuerdo en Siria.
Los organizadores de la cita precisaron que tras las conversaciones los presidentes de los países garantes del formato emitirán declaraciones oficiales de los acuerdos establecidos.
El formato de Astaná para un acuerdo político en Siria fue iniciado por Rusia, Turquía e Irán, países que también actuaron como garantes de una solución pacífica del conflicto de la nación árabe, negociaciones en las que también participan representantes del gobierno de Damasco y de la oposición siria.
El pasado 16 de junio Moscú, Teherán y Ankara expresaron su apoyo en la lucha contra el terrorismo en Siria, en una declaración conjunta de los ministros de Asuntos Exteriores del formato.
El documento destacó la determinación de los países garantes de continuar cooperando para combatir ese flagelo y oponerse a los planes separatistas destinados a socavar la soberanía e integridad territorial de la nación árabe y amenazar la seguridad de los países vecinos.
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