Los manifestantes estaban envueltos en sábanas protectoras adornadas con mensajes que condenaban el plan japonés y pedían que se abandonara, destaca la agencia Yonhap.
El gobierno de Japón dijo la semana pasada que liberará más de un millón de toneladas de agua tratada del sitio de Fukushima en etapas a partir de unos dos años.
Seúl ha protestado por la decisión, y el Ministerio de Relaciones Exteriores convocó al embajador japonés, y el presidente Moon Jae In y ordenó a los funcionarios que exploren la posibilidad de presentar una petición ante un tribunal internacional.
Hace 10 años, un terremoto seguido de un tsunami, provocó un escape radiactivo en la planta eléctrica nuclear de Fukushima, cuyas aguas se han acopiado, superando la cifra de un millón de toneladas, las cuales serán vertidas en el mar, al agotarse la capacidad de almacenaje.
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