«En los próximos días, los agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania planean hacer estallar, en una planta de aceites y grasas, tanques con hexano, una sustancia químicamente peligrosa, en un volumen total de más de 120 toneladas», detalló el jefe del Centro de Gestión de la Defensa Nacional rusa, general Mijaíl Mízintsev.
En declaraciones a la prensa reseñadas por el canal RT, el jefe militar agregó que la explosión creará una nube tóxica que puede extenderse a más de 10 kilómetros de distancia y a todas las zonas residenciales de la urbe, y los pueblos vecinos «se verán afectados por el ataque químico».
A decir de Mízintsev, el objetivo de esta provocación es «acusar a las Fuerzas Armadas rusas y a las formaciones de la autoproclamada república popular de Donetsk de supuestos ataques indiscriminados contra instalaciones potencialmente peligrosas, utilizando un escenario bien establecido”.
Asimismo, detalló que todo ese plan está respaldado por una amplia cobertura de los medios de comunicación ucranianos y occidentales.
Mízintsev pidió a los residentes locales que tomen las medidas de protección necesarias, recordando que el hexano es una potente neurotoxina y un carcinógeno, y que «una exposición prolongada a esos vapores puede producir una intoxicación crónica”.
En ese sentido, detalló que estar expuesto a la sustancia tóxica también puede provocar graves trastornos del sistema nervioso, que se manifiestan en la disminución de la sensibilidad, fatiga rápida, descenso del tono muscular y dolores de cabeza.
«Las medidas de emergencia más eficaces para protegerse de los vapores de hexano son refugiarse en el interior y cerrar bien las ventanas y las puertas. En caso de intoxicación, garantizar el suministro de aire fresco a las víctimas, proteger el sistema respiratorio y la piel», alertó el jefe militar.
Al mismo tiempo, Mízintsev hizo un llamamiento a Naciones Unidas y a otras organizaciones internacionales «para que influyan inmediatamente en las autoridades ucranianas y tomen medidas eficaces para evitar esta provocación».
Igualmente, volvió a asegurar que, durante el operativo militar especial, las fuerzas rusas y las formaciones de las autoproclamadas repúblicas populares de Donbass «no tienen como objetivo las infraestructuras civiles».
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