La medida se aplicará entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023, y cada Estado miembro podrá adoptar las disposiciones de su elección para cumplir el objetivo, si bien fueron especificadas algunas exenciones.
Entre estas quedó establecido que aquellos países que no estén interconectados con las redes de gas de otras naciones serán excluidos de las reducciones obligatorias, pues no liberarían volúmenes significativos de gas en beneficio de otros.
De igual modo quedan exentos los Estados miembros cuyas redes eléctricas no estén sincronizadas con el sistema eléctrico europeo y dependan del gas para la generación.
El llamado grupo de los 27 adoptó la medida ante el anuncio de la empresa rusa Gazprom sobre la reducción al 20 por ciento de los flujos de gas natural a través del oleoducto Nord Stream 1, por reparaciones en sus equipos debido a la retención de una pieza clave. A mediados de junio, la compañía redujo al 60 por ciento el suministro del gasoducto por problemas técnicos relacionados con la falta de la turbina para una estación compresora en el extremo ruso del oleoducto.
La nueva decisión llega después de los reclamos de Gazprom sobre la devolución de esa pieza, que su socio Siemens Energy envió a Canadá para revisión y no pudo devolverse debido a las sanciones aplicadas por la Unión Europea a raíz del conflicto en Ucrania.
Aunque Canadá permitió que la pieza fuera entregada a Alemania y el gobierno germano confirmó su llegada, esta aun no regresa a Rusia, lo que pone en evidencia las tensiones derivadas del conflicto en Ucrania y su impacto en la situación del gas.
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