Tras este intento fallido, el tercero tras la caída de ejecutivo de Boiko Borisov, solo queda la opción de nuevos comicios que serán convocados oficialmente en los próximos días por el presidente Rumen Radev.
El último ejecutivo en el poder, liderado por el reformista proeuropeo Kiril Petkov, dimitió en junio cuando uno de sus socios, el partido populista ITN, abandonó la coalición por desacuerdos con la política financiera y exterior del primer ministro.
Tras perder una moción de censura Petkov intentó formar un nuevo gobierno, pero fracasó al no conseguir la mayoría necesaria en la Asamblea Nacional.
Tampoco el opositor partido conservador GERB pudo llevar a feliz término la conformación de un gabinete ejecutivo y ahora se suma el fracaso del BSP ante el encargo presidencial.
Radev disolverá el órgano legislativo unicameral, probablemente a principios de agosto, y convocará elecciones anticipadas a celebrarse en los próximos 60 días, como dicta la Constitución.
Además designará un Gobierno interino hasta la formación del siguiente ejecutivo, hecho que ocurrirá por cuarta vez desde que asumió el poder en 2017.
Radev felicitó a los socialistas por los esfuerzos y atacó a la hasta ahora coalición gobernante, en particular, en el ámbito de la energía, según la prensa local.
El saliente gobierno deja un caos en la esfera de la energía; una crisis que podría crecer hasta un colapso, lo que es el peor legado de esta coalición, dijo el mandatario, según la prensa local.
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