Sin el cambio climático causado por los humanos, las temperaturas de 40 grados en el Reino Unido habrían sido muy poco probables, aseveró la investigación realizada por un equipo internacional de expertos, y publicada este viernes por la organización World Weather Attribution.
Entre lunes y martes de la semana pasada, 46 estaciones meteorológicas del país reportaron máximas locales récord en las localidades donde están ubicadas.
La temperatura más alta se registró el 19 de julio en Lincolnshire, sureste de Inglaterra, donde los termómetros subieron hasta los 40,3 grados, para dejar atrás la marca anterior de 38,7 grados reportada en 2019.
De acuerdo con el estudio, aunque la ola de calor fue bien pronosticada muy bien por la Oficina de Meteorología y se elevó al máximo el nivel de alarma, hubo al menos 13 muertes por ahogamiento, una gran presión sobre los servicios de salud y de atención a los ancianos y personas vulnerables, además de varios incendios.
Al combinar los resultados basados en la observación y los modelos, hallamos que el cambio climático causado por la actividad humana hizo que este evento fuera al menos 10 veces más probable, aseguran los científicos de diferentes universidades y centros de investigación del Reino Unido, Suráfrica, Alemania, Francia, Suiza, Nueva Zelanda, Dinamarca y Estados Unidos.
Tras apuntar que las olas de calor en la etapa pico del verano representan un riesgo importante para la salud humana, y son potencialmente letales, los expertos señalaron que además del cambio climático, hay otras agravantes como el envejecimiento de la población, las urbanizaciones, el cambio de las estructuras sociales y los niveles de preparación.
Contar con planes de emergencia y pronósticos certeros como los emitidos en este caso reducen el impacto, y son cada vez más importantes a la luz de los riesgos crecientes, agregó el estudio.
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