Varios son los colosos que están ubicados de forma simétrica y casi perfectamente alineadosen una extensión de 350 kilómetros cuadrados, lo cual fue constatado en el siglo XIX por el famoso naturalista alemán Alexander Von Humboldt.
Entre los principales puntos de ese recorrido están los volcanes Chimborazo, cuya cima representa el inicio de la distancia más cercana al sol, y Cotopaxi, con su cumbre nevada. Sus respectivas alturas son de6 268 y5 897 metros sobre el nivel del mar.
También se alza en esa ruta el Cayambe, el tercer nevado más alto de Ecuador con cinco mil 790 metros y una de las pocas montañas de ese tipo atravesada por la línea equinoccial.
La Avenida incluye al Antisana, el glaciar más extenso de la nación sudamericana, con picos que se mantienen cubiertos de nieve la mayor parte del tiempo debido a las precipitaciones provenientes de la cuenca amazónica.
Dos hermanos, los Illinizas, cumbres divididas de un mismo volcán, también aparecen en el trayecto,para llenar la vista de una exuberancia única y propia del país donde se ubica la Mitad del Mundo.
La Garganta de Fuego, el gigante Tungurahua, con sus emanaciones producto de su actividad eruptiva, resulta imponente e inquietante, sobre todo en las noches, cuando ilumina los alrededores con rocas incandescentes.
Altar, inactivo, con cambios del clima y un cráter donde reposa la Laguna Amarilla, y el Quilotoa, de aguas azul turquesa que dan vida a un lago resultante de una erupción volcánica de hace cientos de años, son otros lugares mágicos.
Finalmente, aparece el más sureño, el Sangay, uno de los más activos y ubicado en la amazónica provincia de Morona Santiago, cuyos destellos de cenizas, lava y material piroclástico mantienen en alerta a las poblaciones cercanas y las autoridades.
Cada uno de esos gigantes está rodeado de vegetación y fauna autóctonas, y gozande una belleza singular que los convierte en puntos de necesaria visita para nacionales y foráneos amantes de la aventura.
(Tomado de Orbe)