Vucic instó a la dirección en Pristina, capital kosovar, a buscar la paz, pues si la rechazan de “todas formas vamos a vencer, porque no tenemos para dónde retroceder”, comentó, citado por la televisión local.
El mandatario serbio recordó que sostuvo una difícil conversación con las autoridades de Kosovo y Metojia, una región considerada por Belgrado como una de sus provincias y donde vive una minoría serbia, frente a una población que ahora es principalmente de procedencia albanesa.
Para el jefe de Estado, a Occidente para nada le conviene un conflicto en Kosovo, y la tensión de la situación en esa zona es resultado de una política irracional de las autoridades de la autoproclamada república.
Un decreto de Pristina obliga a conductores de la minoría serbia a cambiar las placas de sus autos, emitidas en este país, por las de Kosovo, cuya formación se produjo tras los bombardeos de 1999, ejecutados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Yugoslavia.
El plazo se vence el próximo 30 de septiembre. La medida también prevé la suspensión de la entrada a Kosovo con documentos oficiales elaborados en Serbia, destacó la prensa local.
Un intento de imponer una medida similar en septiembre de 2021 provocó tensiones en el límite de la región donde vive la minoría serbia con el resto de Kosovo, pues ante la decisión de apostar policías armados en puntos de control, la población del lugar organizó protestas por 10 días.
La salida a ese diferendo fue postergar la aplicación de la citada medida y designar un grupo de trabajo de ambas partes para una decisión permanente sobre las placas de los vehículos en Kosovo.
Serbia debe buscar una conciliación de posiciones con la mencionada región autónoma como condición para su ingreso a la Unión Europea.
Las autoridades locales consideran que fue Occidente quien promovió y permitió la formación de condiciones para la autoproclamación de la república de Kosovo, bajo control de la OTAN y de una misión europea, tras el fin de los ataques aéreos contra la ahora desaparecida Yugoslavia.
En el momento de los bombardeos de la alianza atlántica, Serbia, su provincia de Kosovo y Montenegro formaban parte de Yugoslavia.
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