El personal de la aviación civil acusó al operador aeroportuario ANA, que gestiona diez aeropuertos del país y al grupo francés Vinci, que controla ANA, de obtener beneficios netos multimillonarios sin pagar salarios decentes a sus contratados.
Los sindicatos, que no sólo representan a algunos tripulantes de cabina, sino también a los servicios de asistencia en tierra y empresas relacionadas, exigieron que ambos consorcios adoptaran medidas «urgentes» para garantizar que los trabajadores se sientan seguros.
De mantenerse las mismas circunstancias, la huelga tendrá lugar entre el 19 y el 21 de agosto, un fin de semana de verano habitualmente muy concurrido para los viajes, dijeron en una declaración conjunta.
«Sólo haciendo esto podremos conseguir lo que a la empresa le falta desde hace mucho tiempo: estabilidad social, respeto a los derechos de los trabajadores y, fundamentalmente, a las personas», insistieron.
La amenaza de huelga en Portugal se suma a una serie de paros en el sector del transporte europeo, cuando este intenta recuperar las frecuencias y condiciones de viajes tras los confinamientos por la pandemia.
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