En el primer semestre de 2022, la productividad laboral se contrajo un dos por ciento más, lo que se suma a una contracción del ocho por ciento en 2021, en contraposición con los fuertes avances de años previos, amplió.
El empleo aún sufre el impacto de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 y del Golpe de Estado en el país asiático el 1 de febrero de 2021, detalló ese organismo.
La OIT advirtió también sobre graves violaciones de los derechos laborales, “como se menciona en las decisiones del Comité de Libertad Sindical de la OIT, el Consejo de Administración de la OIT y en la Resolución de la Conferencia Internacional del Trabajo de 2021”.
Por ejemplo, en la industria de la confección, un sector clave para el país, los datos apuntan a un aumento del trabajo ocasional o por días, de los horarios de trabajo irregulares y de los trabajadores que reciben salarios más bajos.
Además, en sentido general, no se conceden derechos como la indemnización por despido cuando se pone fin al empleo de los trabajadores.
Las estimaciones publicadas este lunes muestran una pequeña recuperación de los puestos de trabajo de enero a junio; sin embargo, la calidad de los mismos se deteriora y las mujeres se llevan la peor parte.
“Si bien se observan algunos indicios de crecimiento del empleo, la continua erosión de las condiciones laborales y la disminución de la calidad del empleo son muy preocupantes”, confirmó Donglin Li, funcionario de enlace de la OIT en Myanmar.
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