De acuerdo con el portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, Peter Stano, los mandatarios serán acogidos en esta capital para abordar los avances en el diálogo de Belgrado y Pristina, informó Stano.
El pasado 31 de julio, en el norte de Kosovo, aumentaron las tensiones entre ambas partes, después de que las autoridades de la provincia separatista anunciaran la prohibición de los documentos de identidad y las matrículas serbias a partir del 1 de agosto.
La medida obliga a cambiar las matrículas kosovares y otorga documentos de identidad temporales a los portadores de papeles emitidos en la república autoproclamada.
En la madrugada del 1 de agosto, las autoridades kosovares dieron marcha atrás, tras sostener reuniones con los representantes de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), y pospusieron la medida restrictiva hasta el 1 de septiembre.
Kosovo, poblado mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008 una independencia unilateral, reconocida por Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los países miembros de la Unión Europea, pero no por Serbia, Rusia, China, España, Grecia, Irán y otras naciones.
Serbia, que busca acercarse a la Unión Europea, entabló en 2011 negociaciones para normalizar las relaciones con Kosovo con la mediación de Bruselas.
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