Hasta la fecha, para las acciones de prevención y evitar esa situación en el país africano sólo se ha recibido el 46 por ciento de los fondos necesarios para salvar cientos de miles de vidas, precisó esa agencia de la ONU.
La hambruna (escasez generalizada de alimentos básicos que padece una población de forma intensa y prolongada) podría llegar tan pronto como el mes próximo a ocho zonas de Somalia, donde la sequía y la falta de medios de subsistencia forzaron a más de 900 mil personas a trasladarse a campamentos de desplazados este año, advirtió la FAO.
No podemos esperar a que se declare la hambruna, debemos actuar ahora para salvaguardar las vidas y los medios de subsistencia, dijo el director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO, Rein Paulsen, luego de visitar el país del Cuerno de África.
El organismo de la ONU señaló que esta catástrofe se produciría si continúa la pérdida de producción agrícola y ganadera, los precios de los productos básicos se incrementan y la asistencia humanitaria no alcanza a la población más vulnerable.
Más de tres millones de animales esenciales para las comunidades de pastores de Somalia murieron hasta ahora, y la producción de cultivos se redujo sustancialmente debido a la falta de precipitaciones sin precedentes. La estrategia preventiva de la FAO incluye transferencias de efectivo para que las personas puedan comprar su comida, además de mantener vivos a los animales con alimentación de emergencia, tratamientos veterinarios y suministros de agua en el contexto de sequía.
Alrededor de 6,2 millones de habitantes, la mitad de la población de Somalia, sufren inseguridad alimentaria o necesitan ayuda para subsistir, ya que la grave sequía acaba con la cosecha de la que mayoría de los somalíes dependen para sustentarse.
Somalia importa casi el 80 por ciento de sus alimentos, y desde enero el alza de los costos de envío generó que los precios locales se acercaran a los niveles vistos por última vez durante la hambruna de 2011.
El conflicto en Ucrania y el incremento de las cotizaciones del combustible también avivan la inflación de los alimentos, por lo cual el resultado es ahora mucho más costoso para los somalíes comprar alimentos para complementar su dieta.
mem/crc