La directora territorial de Vías de Navegación de Francia (VNF) para los ríos Ródano y Saona, Cécile Avezard, precisó que 580 de los seis mil 700 kilómetros administrados por la entidad en el país estaban cerrados el 2 de agosto.
Ante la dura sequía, los 96 departamentos metropolitanos franceses están en alguno de los cuatro niveles de vigilancia establecidos, más de 40 de ellos en el más elevado: “crisis”.
La falta de agua motiva la imposición de limitaciones en decenas de ciudades y departamentos, donde se prioriza el consumo humano y la salud, con afectaciones para la agricultura.
En el caso de los ríos, como el Garona, uno de los grandes en Europa occidental, las autoridades le han inyectado agua para mejorar su nivel.
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