Desde su llegada la noche de este sábado a Matanzas, esos colaboradores evaluaron la situación generada por una descarga eléctrica durante una tormenta, que provocó la deflagración del primer tanque de petróleo, su colapso, y el paso de las llamas a un segundo contenedor, informó Mario Sabines, gobernador de esta urbe.
En las primeras horas de esta mañana, dijo, se efectuó una reunión de coordinación y el traslado de equipos hacia la zona de desastres para apoyar las acciones de enfriamiento de depósitos de combustible y la extinción de las llamas, con medidas especiales para preservar la vida de bomberos, rescatistas y técnicos.
La misión inmediata es mantener frio el tanque más próximo a los incendiados, cuando comienza a soplar el aire en su dirección, utilizando su sistema enfriamiento automático, y con la ayuda de carros cisterna.
Explicó que para el éxito de las labores de extinción de las llamas en el segundo depósito, el más peligroso por la fuerza del incendio y proximidad con un tercer tanque, es necesario garantizar el flujo constante de químicos y agua durante al menos 65 minutos.
El gobernador matancero afirmó que se amplió la protección a la población, y más de cuatro mil vecinos del lugar fueron evacuados, para lo cual se habilitaron centros, a los cuales, resaltó, la población se acerca para ofrecer ayuda.
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