En un comunicado interno, la entidad pidió a un centenar de gerentes apoyar al personal de tierra en el escaneo, carga y descarga de equipaje al menos tres veces a la semana durante los próximos tres meses.
El plan de contingencia se implementará especialmente en los aeropuertos de Sídney y Melbourne, donde más de mil 600 operarios fueron despedidos durante la pandemia.
La aerolínea está buscando al menos 100 voluntarios para realizar turnos de trabajo, escribió el director de operaciones Colin Hughes.
Hugues remarcó que intentan gestionar el impacto a la logística de la aerolínea y los servicios a los pasajeros en tierra provocado por el gran número de infecciones de gripe y covid-19 durante el invierno austral.
Esto se suma a la escasez en la oferta del mercado laboral más grave “en décadas” que vive el país, agregó el directivo.
Si bien el personal de la sede central de Qantas ayudó en los aeropuertos durante las vacaciones, la necesidad de poner a los ejecutivos en el trabajo durante meses subraya la profundidad de la escasez de mano de obra durante el repunte de los viajes a nivel mundial.
La aerolínea nacional de Australia canceló el 8,1 por ciento de los servicios nacionales programados en junio, lo que la convierte en la menos confiable del país.
Australian Aviation también indicó que Qantas registró uno los peores resultados de puntualidad de todas las aerolíneas australianas en junio, con casi el 50 por ciento de los vuelos retrasados o cancelados, lo que provocó que fuera nombrada entre las aerolíneas mundiales con el peor índice de cancelaciones.
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