Desde horas tempranas los capitalinos acompañaron la pequeña figura de “minguito” en una procesión colmada de colorido, tradición, cultura y fe por las principales calles de esta urbe, para llegar a la iglesia de las Sierritas donde salió el santo hace 10 días acompañado de sus fieles.
“Una vez más hemos estado viviendo unas festividades patronales con mucha devoción por parte de los feligreses que han celebrado con mucho orden desde la bajada y ahora que estamos despidiendo a Santo Domingo, gracias a Dios todo se ha desarrollado en paz y armonía”, señaló a la prensa la alcaldesa Reyna Rueda.
Los nicaragüenses devotos de Santo Domingo de Guzmán veneran su figura de distintas formas, mientras unos bailan al ritmo de comparsas, otros rezan o pagan sus promesas al caminar de rodillas.
“Vengo aquí a pagar mi promesa con Santo Domingo, yo tenía mi mamá enferma en el hospital y casi no contábamos con ella, le pedí que me la regresara a casita sana y me cumplió y ahora yo cumplo con él, llevo 15 años pagando promesas y seguiré”, comentó a la prensa el citadino Alfredo Aguirre.
Las fiestas patronales de la capital tienen su origen en el siglo XIX y se desarrollan en dos escenarios principales: la procesión del santo católico y el desfile hípico y de carrozas.
Así, cada 1 y 10 de agosto se realiza la primera y segunda peregrinación, conocidas como “la bajada y subida del santo” a la que acuden miles de personas devotos de Santo Domingo de Guzmán.
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