El dominio de los talibanes se asentó como un velo oscuro sobre la nación. Hoy muchos no tienen suficiente para comer, viven con el miedo diario a la persecución y ven recortados sus derechos fundamentales, afirmó Baerbock en un comunicado.
La ministra añadió que la comunidad internacional tiene una responsabilidad con la sociedad civil afgana y con aquellos que defienden los derechos humanos y los valores democráticos en el país.
Destacó que más del 70 por ciento de los colaboradores locales a los que se prometió acoger ya fueron evacuados y anunció la presentación de un programa, de conjunto con la ministra del Interior, Nancy Faeser, centrado en la ayuda a las personas más vulnerables, especialmente las mujeres y las niñas.
Al reclamo de Alemania se sumó el de varias entidades de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que alertan que la situación humanitaria en Afganistán se deteriora de manera alarmante.
Después de la salida de las fuerzas de Estados Unidos, tras 20 años de ocupación militar, y el retorno al poder del movimiento Talibán en agosto de 2021, la crisis allí se agudizó.
Millones fueron desplazados o huyeron del país, y ocurrieron retrocesos en temas como la igualdad de género, pues a muchas mujeres se les niega ahora la posibilidad de trabajar o asistir a la escuela, según denuncias de organismos internacionales y de derechos humanos.
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