Entre los fallecidos había dos niños de tres y siete años, lo cual causó un profundo dolor a España y en particular a Cataluña. Horas después de ocurridos los actos terroristas, el Estado Islámico los reivindicó.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la titular del Congreso, Meritxell Batet; los ministros de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, encabezaron el homenaje a las víctimas en el Pla de l’Os de La Rambla, a la altura del Memorial.
La ceremonia consistió en un minuto de silencio acompañado de la música del ‘Cant dels Ocells’ y una ofrenda floral. Además, la coral sinfónica de jóvenes Vozes interpretó dos piezas musicales.
En un mensaje en redes sociales, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, subrayó la importancia de no olvidar a las víctimas de los atentados «con la mirada puesta en seguir construyendo un futuro de paz (…) avanzando unidos por la libertad y la convivencia».
«En agosto de 2017, Barcelona y Cambrils sufrieron el odio y el terror en sus calles», recordó Sánchez.
El acto de este miércoles, sin embargo, estuvo salpicado por protestas e impugnaciones de grupos independentistas que exigen la verdad de lo acontecido, algo que familiares de las víctimas no entendieron.
«Hay quien ha venido de Australia para el acto y no entendía nada. Yo asumo que existe libertad de expresión, pero podían haber elegido otro escenario», opinó Roberto Manrique, uno de los afectados.
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