Las remesas son un elemento importante en la economía salvadoreña y tal vez un incentivo para muchos a emigrar del país donde el costo de la vida y la inflación amenazan, en especial, a los sectores mas desposeídos.
Según economistas locales, el costo de la canasta básica absorbe el salario mínimo de los que solo tienen ese ingreso.
Datos oficiales indican que la erogación por esos productos supera los 235 dólares, el más alto en 20 años.
Datos estadísticos señalan que de enero a julio de este año, el país recibió por concepto de envíos en total cuatro mil 415.7 millones de dólares, las cuales, según el BCR, equivalen a un 3.3 por ciento más que en igual periodo de 2021.
Los principales beneficiarios de los 14 departamentos de El Salvador, son San Salvador (893.06 millones), San Miguel (511.66 millones), La Libertad (352.23 millones), Santa Ana (352.2 millones), Usulután (337.44 millones) y La Unión (332.48 millones).
El mayor flujo de partidas monetarias proceden de Estados Unidos (cuatro mil 144.1 millones de dólares), Canadá (38.6 millones), España (16.4 millones), Italia (13.3 millones) y Reino Unido (6.5 millones), indicó el informe del BCR.
En territorio estadounidense residen más de tres millones de salvadoreños, tal vez más por la población flotante sin solucionar su estatus migratorio.
El presidente del BCR, Douglas Rodríguez, espera que el monto de las partidas alcancen para finales de 2022 la cifra de siete mil 700 millones, aunque algunas fuentes indican que si hay una recuperación de la economía estadounidense, el monto puede incrementarse.
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