«Los últimos ataques de este sábado se llevaron a cabo con proyectiles de 155 milímetros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con espoletas M739 estadounidenses», informaron las autoridades de la provincia ucraniana en su cuenta de Telegram.
Al respecto, el miembro del consejo principal de la Administración de la provincia de Zaporozhie, Vladimir Rógov, confirmó que en la agresión se usaron armas de largo alcance desde el lado opuesto del río Dniéper.
El Ministerio de Defensa de Rusia advirtió el pasado jueves que efectivos de Kiev escenificarían una provocación para generar una fuga de radiación, además de romper la integridad del depósito de residuos nucleares y poner al reactor en un estado de funcionamiento anormal.
La cartera precisó que el objetivo de dicha acción sería crear una zona de exclusión de hasta 30 kilómetros y culpar a Rusia de terrorismo nuclear, para justificar una escalada mayor en el conflicto.
Varios políticos occidentales declararon que una fuga de radiación en la central nuclear de Zaporozhie como consecuencia del bombardeo podría ser un pretexto para que la Alianza Atlántica empiece a participar en los combates en Ucrania.
«Dejémoslo claro ahora. Cualquier daño deliberado que provoque una posible fuga de radiación en el reactor nuclear ucraniano sería una violación del artículo cinco de la OTAN», escribió este viernes en su cuenta de Twitter el parlamentario del Reino Unido, Tobias Ellwood.
Por su parte, el miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Adam Kinzinger, compartió la publicación de Ellwood e indicó que «esto ni siquiera se puede debatir». «Cualquier fuga matará a la gente en los países de la OTAN, eso es el artículo cinco automático», agregó.
El mencionado acápite del Tratado del Atlántico Norte contempla que una agresión a un miembro del bloque militar se considera un ataque a todos sus integrantes y supondría que los Estados integrantes de la organización adopten acciones militares.
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