«Esta será la línea más allá de la cual cualquier negociación será imposible. Rusia se aislará de las negociaciones. No habrá más conversaciones. Nuestro Estado lo ha dicho todo», afirmó el mandatario en su canal de Telegram.
Al respecto, el líder de la autoproclamada república popular de Donetsk (RPD), Denís Pushilin, instó a tomar las declaraciones de Zelensky con «cierto escepticismo», pues no es la primera vez que enumera sus ‘líneas rojas’ para no continuar con las conversaciones de paz.
Asimismo, comentó que el jefe de Estado ucraniano tuvo la oportunidad de negociar en el formato de Minsk y en otras plataformas diplomáticas para prevenir la escalada del conflicto y no lo hizo.
Pushilin prometió que el proceso judicial sería «plenamente abierto» y «transparente» para que nadie tenga dudas sobre «la corrección de ciertas decisiones».
El 9 de agosto, Zelensky condicionó también el proceso de diálogo de paz con Moscú, si se realizan referendos en los territorios controlados por militares rusos.
El mandatario emitió sus declaraciones en momentos en que las provincias de Jersón y Zaporozhie, bajo el control de Moscú, se preparan para celebrar consultas sobre su inclusión dentro de la Federación de Rusia.
En ese contexto el presidente ucraniano pidió a Occidente que se refuercen las sanciones contra el Kremlin para obligarlos a terminar la operación militar especial.
El proceso de negociación entre ambos países comenzó el 28 de febrero, cuatro días después del inicio de la operación militar rusa en Ucrania.
En lo adelante tuvieron lugar varios encuentros, los primeros con sedes en Belarús, hasta el 29 de marzo, cuando desarrolló una ronda presencial en la ciudad turca de Estambul.
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